- En primer lugar, las personas tóxicas hablan en exceso de sí mismas y se olvidan del otro.
- Tienden a quejarse con mucha frecuencia. Su discurso es pesimista y negativo. Las personas tóxicas siempre ven el vaso medio vacío y hacen un drama de situaciones cotidianas.
- Asumen el rol de víctima con mucha facilidad. Es una forma de creerse el centro del mundo y de llamar la atención de los demás.
- Creen que el mundo está en su contra, pero no analizan qué es lo que pueden estar haciendo mal en su comportamiento.
- Las personas tóxicas son como vampiros emocionales, que roban la energía de los demás.
- Una persona tóxica no es feliz, porque su modo de pensar le impide vivir en calma y armonía con el entorno.
- Una persona tóxica envidia todo lo bueno que ve en los demás. No se alegra con las alegrías del amigo, porque a nivel interno, vive pendiente de su propia carencia.
- Una persona tóxica también es aquella que ejerce el rol de autoridad constante, te corrige incluso cuando no tiene que hacerlo y se comporta como si estuviera en posesión de la verdad.
- La persona tóxica genera una ola de energía negativa a su alrededor.
- Las personas tóxicas sufren mucho con su mudo de ser aunque a nivel externo no lo demuestren.
Resumiendo, aléjate de este tipo de personas, porque pueden ser un gran lastre para tu vida. Y recuerda, si consigues algo bueno es gracias a tu esfuerzo, si es malo, es porque has metido la pata en algún sitio. Todo lo que te sucede es por tus acciones. Y nos podemos basar en una ley de la física, La Tercera Ley de Newton ; Actioni contrariam semper & aequalem esse reactionem (Con toda acción ocurre siempre una reacción igual y opuesta).