domingo, 7 de abril de 2024

Está de moda el no querer...


Está de moda el no querer.

El no contestar.

El "háblame que te voy a responder en 5hrs". No porque esté ocupado sino porque no quiero mostrar mi interés.

Está de moda el complicarse la vida diciendo una y otra vez que "no estás buscando nada serio".

Está de moda el callarse y no decir "cómo me gustas".

Está de moda alejarse de una persona cuando te encanta, aunque te puede aportar sensaciones nuevas y puede que sea incluso la persona que buscabas, pero eres tan sumamente egoísta y cobarde, que no te quedas a averiguarlo.

Está de moda tener miedo a sentir.

Está de moda el no querer porque te rompieron el corazón y no darte la oportunidad de encontrar a ese otro que si puede hacerte feliz.

Está de moda huir, está de moda mirar los ojos de una persona a través de una pantalla pero no mirarla en el propio brillo de la vida.

Está de moda las relaciones pasajeras, las compartidas, está de moda no comprometerse, está de moda estar solo aunque al llegar a casa les duelan los huesos al acostarse junto a un lugar vacío.

Está de moda el placer, nada más que ello, está de moda no perder el tiempo en conocer un poco más los misterios del otro, ya no se quiere besar a la misma persona, está de moda acariciar de manera superficial por una noche, por unos minutos.

Está de moda la individualidad, está de moda no formar una familia, está de moda jugar en un teléfono y no salir a ver el sol.

Está de moda concluir todo a la primera dificultad, está de moda no saber luchar, está de moda no poder abrazar o lo peor... no querer abrazar.



El querer asusta, el amar no existe, ya no miramos y ya no sentimos.

Aplica tanto al hoy, que debía compartirlo.

Cuanta realidad hay en este escrito.

En que momento las personas cambiaron tanto?



─Autor desconocido

domingo, 17 de marzo de 2024

No one understood...

Llevo un par de semanas pensando en escribir esta entrada, pero, no sabía cómo abordarla.


Podríamos resumirlo como "No one understood, but somehow we're alive".


Y sabes que estás vivo porque te sientes vivo. No por el hecho de respirar o despertarte por la mañana.


Sabes que estás vivo porque sin razón aparente notas tranquilidad en tu interior y se dibuja una estúpida sonrisa en tu cara. Como si estuvieras enamorado, pero... ¿lo estás? Sí, de ti. Pero no de una forma narcisista, sino de una forma sana.


Ya puedes mirarte al espejo sin miedo.


Puedes visitar lugares que han sido manchados y sentir la paz que sentías antes de enseñárselos a nadie. 


Puedes escuchar las canciones manchadas sin que te afecten lo más mínimo.


Y te sientes en paz contigo mismo.


Cuando llegas a ese punto, has descubierto que, aunque aún te queda por sanar, ya has sanado una gran parte.


Hablando hace unas semanas con una amiga, me preguntó que cómo me sentía y mi respuesta fue "Tranquilo, sereno, en paz... y con una jodida y estúpida sonrisa en mi cara". Porque sí, tú, mi querida amiga, tú que has estado ahí día tras día, me has ayudado muchísimo y aunque hayan más de 1000Km de distancia, has hecho más que gente que tengo más cercana.


Me has hecho volver a creer en mi mismo.


Y aunque en alguna ocasión te pique, sabes que no lo hago con maldad. TQM "Marquesa"🫂.

sábado, 17 de febrero de 2024

Feliz cumpleaños a mí.

Llevo un tiempo desconectado de las redes sociales y no sabéis lo bien que me ha sentado, tanto... que me he puesto a hacer algunas reflexiones y he llegado a la conclusión de:


Lo mejor que se puede hacer es dejar de quejarse: Aprender a renunciar.

Me explico.


Cuando lo perdí todo en mi vida, ahí aprendí a renunciar.

Y cuando aprendí a renunciar... ahí comencé realmente a ganar.


Porque comencé a ganar eso más valioso que quizás todos podemos lograr, eso que llaman sabiduría.


Aprendí que por no haber sabido renunciar, todo renunciaba a mí:

- Quería aceptar todos los retos, y así... no me comprometía a ninguno.

- Quería estar en todos lados, y así... solo logré no estar en ninguno.

- Quería hacer muchas cosas, y así... no me enfocaba en nada.

- Quería tener la razón en todo, y así... no razonaba nada.

- Quería complacer a todos, y así... no hacía feliz a nadie.


Aprendí que no es lo mismo estar al 100% que tratar de estar al 100% en todo.


*ABARCAR

(Tuve un fallo a la hora de interpretar el concepto).

De nada me sirvió tratar de ser un océano, pero de un centímetro de profundidad.


Quería "estar en todas" y no lograba estar en ninguna.

Y todo eso me pasó por no aprender a elegir en qué enfocarme, porque no sabía a qué renunciar.


* RENUNCIAR

(Otro fallo de interpretación).

A veces, nos cuesta elegir (priorizar) y avanzar en algo, lo que realmente nos cuesta es renunciar a otras... y por eso no elegimos.


Y por no saber renunciar a ciertas cosas, en la motivación por avanzar y crecer a otras, nos vemos obligados a elegir mantenernos "enfocados" en todas.


Elegir algo. Avanzar en algo. Enforcarse en algo.

Comprometerse.

Imposibles de lograr si no sabemos renunciar a otros "algo".


Porque nadie puede lograr tocar el cielo sin abandonar la tierra.

Porque nadie puede avanzar a un punto sin alejarse de otro.


En la vida, ser responsables de nuestras emociones y aceptarlas nos libera, nos permite comprender que ellas son útiles, nos permite aprender a saber elegir el camino que tomar para ser felices.


Hoy me propongo quedarme con esto:

- Elegir mejor, es fácil.

- Elegir tener un mejor trabajo, es fácil.

- Elegir tener una mejor actitud, es fácil.

- Elegir terminar algo pendiente, es fácil.

- Elegir cuidar la salud, también es fácil...


Ahora, ¿a qué le temes renunciar para que eso suceda?


Ahí está el desafío.


Desde que yo aprendí a renunciar a ciertas cosas, logré enfocarme mejor en mis objetivos y avanzar mejor. Porque disfrutando el proceso y dejando que los logros sean una consecuencia de él, ahora vivo y progreso más y mejor.


Abandona la queja,

acéptalo,

y decide.


Prioriza, elige y acciona...

... aprendiendo a renunciar.


Así seremos capaces de despejarnos nuestro camino.


Con esto... me dedico a mi mismo estas palabras de reflexión.


Sigue adelante y no cambies por nadie, no pierdas tu esencia, porque nadie cambiará por ti. Felices 35 macho.

jueves, 1 de febrero de 2024

Jugaste a perderme y has ganado


Empieza febrero. Empieza una nueva etapa y tú no estás en ella. Este es el último adiós. Esta es la última despedida. Este es el último mensaje que te dedico.


Porque hoy empieza mi nueva etapa. Hoy empieza mi nuevo yo. Hoy, no quiero saber más nada de ti.


Jugaste a perderme y has ganado.



Thomas Enderson

Nacido en el seno de una familia acomodada, Thomas Enderson (Tom) es un chico que está en contra de todo lo que tenga que ver con las clases sociales. Adora el libre albedrío de las personas y considera que todas, son iguales. Tras muchas peleas en casa con sus padres por esto mismo, decide emanciparse con 16 años. Empieza a sobrevivir en la calle, trabajando por 3 duros mal contados en el McDonalds, entrando un poco antes para poder ducharse en los vestuarios del mismo, comiendo en el propio establecimiento y tras finalizar su turno, volver a ducharse e irse a dormir en un cercano y conocido parque. Así aguanta 4 años, hasta conocer al que es el amor de su vida. Ella se llama Sarah y ayuda a Tom en todo lo que puede.


Tom y Sarah se conocieron en un club punk local antes de que Tom se uniese al grupo. La conexión entre ellos fue casi instantánea, ya que compartían la misma pasión por la música rebelde y las causas sociales. Juntos, asistieron a conciertos, manifestaciones y se convirtieron en una pareja inseparable que soñaba con cambiar el mundo.


A medida que Tom y Sarah compartían sus vidas, la situación de Tom empieza a mejorar. Juntos, encontraron pequeños trabajos que les permitieron alquilar un modesto apartamento y empezar a disfrutar de comidas más sustanciosas que a las que ya Tom estaba acostumbrado. A pesar de sus comienzos difíciles, la pareja estaba decidida a construir un futuro juntos.


Tom, con su espíritu rebelde y una afición por la música punk con letras muy antisistema, se sumergió de lleno en la escena underground. Formó parte de un grupo llamado “Caos Social”. La banda, compuesta por individuos igualmente apasionados por la rebeldía y la lucha contra las injusticias sociales, se convirtió en la plataforma perfecta para expresar las ideas y valores de Tom.


Durante los bolos, Tom no solo cantaba por la desigualdad y la opresión, sino que también alentaba a la audiencia a unirse a movimientos sociales y a desafiar el sistema establecido. Su carisma y su mensaje resonaron en aquellos que anhelaban un cambio real en el mundo.


Durante uno de los conciertos, Tom fue atacado por un vampiro del clan Brujah. El nombre del vampiro en cuestión es Logan. El abrazo cambió por completo sus vidas, pero en vez de alejarse, decidieron enfrentar juntos los desafíos que se les presentaron. Desde este momento, Tom se vio enfrentado a una decisión difícil. Aunque su amor por la música punk y la lucha contra las injusticias seguía siendo fuerte, las nuevas realidades de su existencia vampírica complicaban su participación en “Caos Social”. Tom sabía que su naturaleza podía poner en peligro a sus compañeros de banda y a Sarah.


Tras abandonar al grupo, Tom decide también cortar su relación con Sarah. Esta decisión fue la más dolorosa para él, pues la amaba con todo su ser. Pero dicha decisión fue guiada por el deseo de protegerla. Tom comprendía perfectamente las implicaciones de su nueva vida y cómo podría poner en peligro a Sarah. Temiendo por su seguridad, decidió alejarla de su mundo y protegerla de los riesgos que conllevaba su condición de vampiro.


La conversación entre Tom y Sarah fue emocionalmente intensa. Aunque ella resistió y trató de convencerlo de que podían enfrentar cualquier desafío juntos, Tom insistió en que era lo mejor para ella. Quería que Sarah pudiera vivir una vida sin las sombras y peligros que acompañaban su nueva existencia.


A pesar de la separación, Tom y Sarah continuaron luchando por la justicia, cada uno por su lado. Aunque sus caminos se bifurcaron, el amor y la conexión entre ellos no se extinguieron. Tom vigilaba discretamente desde las sombras, asegurándose de que Sarah estuviese a salvo mientras ella seguía con su activismo.


El sacrificio de Tom por proteger a Sarah se convirtió en un acto de amor profundo y desinteresado. La historia de Tom y Sarah se convirtió en una leyenda en la comunidad vampírica y entre los defensores de la justicia, un recordatorio de que a veces, para proteger a quienes amamos, debemos tomar decisiones difíciles y sacrificios personales. La sombra de su amor perduró en la oscuridad, influyendo en los corazones de aquellos que continuaron la lucha por un mundo más justo.